El cambio de nuestras mentes a través de la tecnología.

En las últimas décadas se ha exteriorizado un  desarrollo vertiginoso de la tecnología. Cada día va incrementando su participación en la vida cotidiana de los seres humanos. 

Ahora bien, la velocidad con que la tecnología llega a nuestras vidas,  muchas veces las podemos concebir de tal manera que nos llega a confundir e intimidar.

Nuevos teléfonos celulares, mejores y más veloces computadoras, acceso a bases de datos, nuevas conexiones con nuestros familiares y amigos, son acciones cotidianas en nuestra actualidad. Es por esto, que ante tal avalancha de datos y cambio de hábitos, se nos ha olvidado en donde quedamos como seres humanos. 

La aceleración de novedades y el incremento de incertidumbres es una característica propia de un mundo tecnológico.

La innovación científica y el cambio tecnológico a gran escala conllevan nuevos desarrollos que nos sumergen con frecuencia ante tal duda, es decir, ante el cambio que están generando las tecnologías en nuestras mentes. 

En la sociedad actual, existe una creencia muy difundida, la cual considera que la tecnología es capaz, prácticamente por sí misma, de incidir de manera directa y positiva en el desarrollo social y económico de un contexto particular. Esto es lo que autores como Chandler (1995), Daly (2000), Lima (2001) y Warschauer (2003) definen como determinismo tecnológico. Este determinismo incluso ha sido uno de los marcos conceptuales más importantes en las corrientes de estudios optimistas que relacionan la tecnología con la sociedad. Autores como McLuhan (1992), de  Kerckhove (1995) y Negroponte (1995), defienden tal postura desde la más radiante de sus concepciones. Para ellos, la introducción de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) en prácticamente cualquier proceso, es sinónimo de productividad y por ende, de progreso. Esta concepción ha adquirido un valor simbólico tan importante, que suele ser retomada de forma totalmente acrítica por muchos sectores de la sociedad, es más, ante tal postura deberíamos pensar en la  tecnológica como la enorme posibilidad de utilizar nuevas herramientas  para el mejor aprovechamiento de nuestros recursos, de nuestras tareas, de nuestros trabajos, del logro de  nuestros objetivos, de una manera más eficiente y productiva. 

Cientos de personas expresan que las tecnologías se transforman en un gran  medio de comunicación, lo que da como resultado el mejor entendimiento entre los seres humanos; facilitando muchas veces  el  desarrollo científico, económico  y social, la cual  abre nuevos horizontes esperanzadores, integrándose dentro de lo que se ha llamado convergencia tecnológica, y que está dada  por la conjunción de diversos dispositivos y desarrollos como la informática, las telecomunicaciones y los productos culturales digitalizados. 

Pero ante todo lo expuesto,  me surge una gran interrogante, ¿La aplicación de las  tecnologías solo potencian al hombre? o ¿existe un punto en ella que inhibe el real desarrollo del ser humano?. 

En el transcurso de la evolución de la sociedad han surgido diferentes aspectos que inevitablemente influyen en el comportamiento y forma de pensar del individuo, aspecto que se entrelazan principalmente con los avances tecnológicos, los cuales rigen de algún modo en las ideologías y en las conductas humanas. Es así como se originan modelos sociales que marcan la tendencia sobre nuevos supuestos valores.

Sin duda alguna, la ciencia y la tecnología han tenido impacto en la sociedad, pues se han marcado directrices, novedades y sucesos trascendentes en diferentes países, con lo que se ha patentado el rumbo de la historia y la influencia en las ideologías de los diferentes pueblos. Dicho impacto ha afectado  en los acontecimientos sociales en el desarrollo y evolución de toda la humanidad.

La Tecnología genera impactos positivos en nuestro entorno social,  pero, no debemos olvidar que también forja aspectos negativos. Un claro ejemplo es la investigación para desarrollar armas de fuego, conjuntamente el uso de las  tecnologías informáticas para falsificación de papel moneda como también documentos oficiales,  el desarrollo de la piratería al reproducir discos compactos,  se fomenta la pornografía en Internet mediante publicidades. Otro ejemplo que aclara el aspecto negativo de las tecnologías es la  innovación tecnológica en las empresas, las cuales  han provocado que la automatización de procesos sustituya a los trabajadores, generando desempleo.

Bajo esta predisposición uno de los desafíos actuales más atrayentes  es el intento de pensar nuevas formas de acción tecnológicas  que nos sirvan para evaluar y racionalizar los fenómenos contemporáneos en este mundo global y complejo que nos ha tocado vivir.  Sabemos que la tecnología cambia nuestras mentes, por tal motivo el  mundo tecnológico no puede reducirse a esquemas procedimentales escuetos y expresivos, sino que, desde deliberaciones cargadas de contenido, tiene que encarar la interpretación pragmática de valores fundamentales, capaces de reunir y conciliar posiciones diversas para generar un acuerdo ético, de orden global y multicultural. Tal es la extensión del desafío que enfrenta la sociedad tecnológica en un contexto democrático que debe superar los marcos regresivo, sólo así podremos apreciar la vida en su diversidad y riqueza, una vida cargada de incertidumbres y tensiones en un sistema encasillado por los  dilemas éticos, pero también de esperanzas.